En el mundo digital actual, la seguridad de la información no solo depende de contraseñas robustas o software de encriptación. La seguridad física desempeña un papel igualmente crucial en la protección de activos tangibles, como documentos en papel, discos duros externos o pendrives, que pueden contener información sensible.
Capas de Seguridad:
Implementar varias barreras físicas es esencial para asegurar que solo las personas autorizadas accedan a los datos. Esto puede incluir desde puertas con tarjetas de acceso hasta huellas dactilares, garantizando que cada capa añadida haga más difícil para intrusos no autorizados obtener acceso a la información.
Eliminación Segura de Información:
Los soportes de datos como papel, CD o discos duros deben ser destruidos de manera permanente cuando ya no se necesiten, para evitar que personas malintencionadas puedan recuperarlos.
Controles Ambientales:
Factores externos como la humedad, los incendios o las inundaciones también pueden poner en riesgo la integridad de los datos físicos. Por ello, es vital contar con sistemas que controlen y mitiguen estos riesgos, desde detectores de humo hasta generadores de energía de respaldo.
La seguridad física es fundamental para complementar las medidas digitales y garantizar que la información esté segura en todas las capas.
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